-En partidos afrontados el sábado que pasó por las nuevas fechas en los certámenes de las confederaciones de OFI, no faltaron las actitudes pro violencia, pro transgresión de la esencia deportiva, pro intolerancia. Incluso, con trifulcas a nivel de categorías de Sub 18. Sin ir más lejos, con Tranqueras y Liga Agraria en juveniles, pero también en el bajo Litoral.
Aquí no se trata de establecer donde nacieron las destempladas reacciones y quien fue «el que tiró la primera piedra». Escandaliza sí, la puesta en escena de situaciones a ese nivel. El hecho es que se torna natural este tiempo de irracionalidades y que a la propia OFI desde su Ejecutivo, no parece impactarle más allá de algún pronunciamiento de la terna de ocasión.
Colegas de otros lares que han cuestionado severamente algunos arbitrajes y con un vocablo a mansalva: ROBO. Presuntos beneficios para uno en perjuicio de otro. En el partido Rivera-Salto jugado en el Estadio Atilio Paiva Rivera por la tercera fecha, el árbitro central adiciona 14 MINUTOS, en una decisión inentendible.
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A su vez, otro punto no menor: EL NO RESPETO A LOS HORARIOS DE LOS PARTIDOS. Salto y Paysandú en el Dickinson (segunda fecha), estaba pactado para la hora 21.30′. Comenzó a las 21.40′. El partido terminó al filo de la medianoche. Penoso.
Todas son situaciones, al margen de la preocupación de OFI. Porque nada varía. Nada cambia. Todo se distorsiona. Todo es anárquico, pueblerino, indolente.
Es una manera de que siga el baile. Y desde el poder de OFI, pésima ejecución.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
