Carina Ventus
Ante la inesperada aparición de la pandemia y todo lo que la misma trajo aparejado en el sector económico, muchos han sido los coterráneos que apostaron a un «reinventarse» en sus quehaceres, procurando revertir la acuciante coyuntura en la que se vieron inmersos de un momento a otro.
Nuestra entrevistada, Carina Ventus, es una de ellos. Del ámbito turístico, fuertemente golpeado a nivel mundial, hoy ha incursionado en la venta de alimentos y vestimenta, poniéndole a esta nueva realidad, la misma pasión con la que desempeñó hasta el 13 de marzo, su vocación por el turismo.

SER EMPRENDEDOR
EN TIEMPOS DIFÍCILES
Yo tengo la agencia de viajes Ventus Viajes, junto con Gionava e Irene, y por ende, la parte turística, hasta que no se reactive el mundo, se encuentra cancelada, por lo cual, tenemos la agencia cerrada desde el 13 de marzo; entonces, la situación laboral que creíamos que estábamos manejando, de un momento para otro entró la incertidumbre y, seguimos, hoy en día con esa incertidumbre, repito, hasta que el mundo se reactive en general. Nosotros, el turístico, vamos a ser el último sector que nos reactivemos.
Así que, ahí, ante esa situación, empezamos a planear con la familia (mi esposo, mi madre y mis hijos), de cómo salir a flote, cómo reducir los gastos, como lo pensó el mundo entero y no solamente nosotros.
En mi caso particular, soy una persona muy positiva, sin olvidar ni dejar de lado la realidad que estamos viviendo, pensando, siempre, en cómo salir adelante, utilizando la palabra reinventarse, transformarse ante esta crisis. Y, como se sabe, o se cree, por lo menos yo sí, las crisis muchas veces son oportunidades.
Y ahí aparece el rol fundamental que tiene entre nosotros las redes sociales y las posibilidades que las mismas brindan. Pienso que, si entramos en el tema de Facebook, Instagram y otras que manejan Whastapp y demás, vemos que, todo se inició vendiendo ropa, vendiendo comida, vendiendo otro montón de cosas. Todos empezamos así.
En mi caso, es la primera vez que arranco en el tema, porque siempre trabajé desde los 18 años, pero en trabajos comunes. También estudié, primero abogacía a los 18 años y, después, licenciatura en turismo, pero nunca me embarqué en rubros distintos como lo estoy haciendo ahora, lo cual me gusta porque, de verdad, tenés que tener un espíritu luchador, asumir la situación y salir adelante, y ver a ver en qué apostar, elegir un producto en el mercado cuya venta sea exitosa y conforme al cliente pero, a la vez, que reditúe.
Empezamos con la parte de alimentos. Todo el mundo empezó a probar la cocina, aprendimos a cocinar (risas); también, a vender ropa. Bueno, ahí comencé a incorporar productos dulces (dulce de leche, alfajores); quesos, ya que me comuniqué con establecimientos de Colonia, de Nueva Helvecia; ropa; perfumes; artículos de cuero, calzados (sandalias); carteras. O sea que apostamos a cosas que no había, pero, al mismo tiempo, la competencia era bastante, porque todos estábamos y estamos en la misma. Pero hay que tener pasión; hay que tener perseverancia y disfrutar, al mismo tiempo, lo que se está emprendiendo en el día a día. Es importante no tener miedo a fracasar, para poder salir un poco hacia adelante. Lo digo siempre; tengo muchas ganas, voy con todo.
Tenemos el Instagram, que se llama Carinuchiemprendedora, y el Facebook: carinafischer.
ANIMARSE A NO FRACASAR
Lamentablemente hay mucha gente que se quedó sin trabajo, hay mucha gente que se quedó con un porcentaje de sus ingresos; hay gente que peor aún, ha perdido a familiares por contagiarse del Covid.
De todas maneras, hay que salir a flote, no hay que perder la esperanza, más allá de que sea un momento de crisis. Y tener presente que, capaz hoy no necesitamos nada pero, mañana, quizás necesitemos todos, así que, más que nada, no podemos perder la noción de la realidad, pero sin perder el positivismo, la esperanza.
A aquellos que desean emprender, que se animen a hacerlo. Porque esto va a pasar. A mí, desde hace nueve meses, el emprendimiento me está dando muchas alegrías, no me puedo quejar, más allá de que es un momento difícil el que estamos pasando, que nunca nos imaginamos ni esperamos.
Hay que contagiar de mente positiva alrededor nuestro. Les decimos a quienes apostar a algo, a un reinventarse, que se animen. No tengan miedo al fracaso. Sucede que, muchas veces, la gente tiene miedo a invertir, o porque es mucho o porque no lo tienen en el momento.
Bueno. Empiecen de a poco. Por ejemplo, con hacer y vender una torta. Eso va a ir sumando agregar algún otro producto y otro, y otro o, justamente, la posibilidad de relacionarse con otros emprendedores, lo cual ya ha surgido, los cuales siempre, dan una mano, entre todos nos estamos ayudando y estamos conectados. Es fundamental, también, el boca a boca del cliente, eso ayuda muchísimo.
O hay que bajar los brazos, porque, es la única manera de salir adelante ante esta situación de la cual no sabemos cuándo saldremos ni cuándo terminará. Entiendo que la incertidumbre de la que hablábamos al principio, está. El creer que manejábamos bien el ámbito laboral y, de un momento a otro, teníamos una incertidumbre que, la seguimos teniendo hasta el momento luego de tantos meses. Pero, justamente, la solución es no seguir esperando para ver qué pasa. Si no que, la actitud, es hacerlo ahora, ya.
Todo comienza a nivel hogar. Todo comienza en el seno de la casa, y, después, se va viendo los pasos a seguir.
Le diría a quien desea apostar, que siempre tenemos que estar preparados para una crisis. Y está en uno querer salir adelante, transformarse, reinventarse, no bajar los brazos. Ser positivo; sin perder la realidad de lo que se está viviendo.
Me gustaría aconsejarles que lean el libro QUIEN SE ROBO MI QUESO, que a mí me lo recomendó un amigo; ideal para el momento que estamos viviendo y analizar de qué lado querés estar.
Todo pasa, y esto va a pasar. Depende de nosotros que lo hagamos más fácil, emprendiendo, reinventándonos.