Horas de incertidumbre son las que viven los habitantes del vecino país. Horas de tensa expectativa. Es que la famosa “grieta” que ha dividido a la ciudadanía argentina en forma poco menos que irreconciliable, es lo que podemos ver en estos momentos.
El flamante presidente del vecino país asume un país en ruinas y honestamente creemos que más allá de recordar el estado en que encuentra el país, la enorme expectativa que puede palparse en estos días, no radica tanto en como encuentra al país, porque no hay ni puede haber dos opiniones al respecto, sino en los planes que intentará aplicar.
Pero Milei cometería un severo error si se limitara a revisar el pasado. Por supuesto que para nosotros es imprescindible hacer un “balance” de la situación en la que encuentra el país porque entendemos que debe de contarle a la ciudanía el estado de cada uno de los aspectos que hacen al país.
Por supuesto que cada contrato, cada gasto y cada sueldo debiera ser revisado a fondo y todo lo que tiene un “Tufillo” a corrupción debe ser investigados a fondo y los responsables deben conocerse.
Honestidad, sensibilidad y justicia social es lo que pretendemos para la Argentina, esa gran nación que supo estar en lo más alto de la producción y el liderazgo de las naciones que luchaban por alcanzar un lugar destacado a nivel mundial, debe encarrilarse, ordenarse y desterrar todo lo que “huele mal”.
Pero aspiramos a que la nueva conducción no se limite a señalar los errores de los gobiernos anteriores, sino que es necesario marcar un nuevo rumbo y por supuesto que seguirlo.
Para la tribuna no. El nuevo presidente ha sido muy crítico y también muy criticado y sencillamente esperamos que ordene el vecino país o al menos haga el máximo esfuerzo por llevarlo nuevamente a la senda que nunca debió abandonar.
Por el momento no son más que ideas, incluso algunas de las que posteriormente se ha arrepentido y cambiado de ideas. No acostumbramos a inmiscuirnos en otros países, pero como decía Jorge Batlle. “Si Argentina se resfría, nosotros nos engripamos”.
¡Cuánta razón en esta máxima! Nosotros en el Uruguay como tomadores de precios que somos, dependemos en buena medida de que el país limítrofe se recupere porque en caso contrario nos arrastrará a todos.
A.R.D.
