Cuando vemos sostener como argumento del gobierno nacional para justificar alguna situación, en especial las penurias que debieron pasar y hasta hoy siguen pasando, algunos sectores de la economía nacional, nos da idea de las dificultades que reviste esta situación.
Hay algunos sectores que fueron esencialmente perjudicados por la situación debiendo cerrar sus puertas, en el mejor de los casos temporalmente. Nos parece totalmente justo que se los atienda específicamente, teniéndolos en cuenta no solo para darles facilidades en el pago de impuestos, sino para exonerarlos en los casos en que irremediablemente hubo que cancelar la actividad.
Esto nos parece justo, si hay sectores que fueron intensamente perjudicados, sería injusto cobrarles lo mismo, o un alto porcentaje, de lo que debieran pagar si estuvieran trabajando “normalmente”.

Debe auscultarse debidamente los sectores de la actividad y cuál ha sido su evolución, porque como ha habido perjudicados, también ha habido beneficiados y hay sectores que en época de pandemia han trabajado mucho más intensamente que de costumbre.
No pretendemos que se les cobre más, sino que se lo haga de acuerdo a lo que se ha trabajado.
Por otra parte entendemos que no es justo que el mayor peso de la pandemia sea volcado en un cien por ciento en la población. Nos estamos refiriendo a las tarifas de los servicios públicos y a los precios al consumo, que lejos de abatirse y subvencionarse por parte del Estado, a lo sumo se ha dado financiación, pero sin abaratar un solo peso.
Significa que tarde o temprano habrá que pagar todo, con o sin recargo, pero todo. Lo que consideramos que no es justo.
Así como se argumenta la inesperada irrupción del virus causante de la pandemia para explicar algunas situaciones que han perjudicado a la población en general, entendemos que también debería tenerse en cuenta la situación de desempleo, de merma de ingresos y de poca o nula actividad sufrida por la población en general debido a la pandemia.
Entendemos que no es lo correcto invocar a la pandemia para explicar algunos déficit y gravar como si se tratara de una situación normal en otros casos. Mucho se ha hablado sobre un Estado “paternalista”, vale decir que ampare y cobije a la población con dificultades.
Pues bien, nosotros hemos sido contestes en considerar que el paternalismo, o el asistencialismo no aporta mucho, pero en este caso somos decididamente paternalistas y entendemos que el Estado debe conseguir fondos y tiene posibilidades de hacerlo, para atender una situación totalmente anómala.
A.R.D.