La recaudación total en aquella ocasión no se reveló oficialmente. Ha sido después de todo, una decisión del Consejo Superior de la Liga Salteña de Fútbol, con punto de partida en la propia opinión de los neutrales.
Una manera de evitar determinadas especulaciones «y decir lo que no es», cuando se trata de contemplar los porcentajes de acuerdo a lo estipulado o acordado.
A la luz de ello, ya mucho antes de la final, se apuntaba desde la información al monto de entradas vendidas, pero no a lo recaudado.
Pero siempre es factible que desde una rendija, se sepan cuestiones internas, que se transforman justamente en datos de la realidad.
Por eso, acotar el monto a cuenta de Universitario y Ceibal en aquella final del 18 de diciembre: 170 mil pesos para cada uno.
Desde una de las dos tiendas se dijo a cronistas de EL PUEBLO, que «no siempre la lógica de los hechos acompaña, porque la lógica de los hechos hubiese determinado un mínimo de 250 mil pesos para cada club, desde el momento que hemos sido los protagonistas centrales. Lo que se recaudó en la final fue porque la jugaron Ceibal y Universitario, pero en lo económico hay que hablar de un beneficio relativo, que calentó a más de uno»
