La apertura de los pasos fronterizos del país, tanto con Argentina como con otros países y en especial la habilitación de las fiestas con bailes incluidos el próximo 24, constituye sin lugar a duda una gran apuesta en referencia a la salud de los uruguayos.
Es un problema que tiene varias facetas a saber.
En primer lugar, compartimos el reclamo de quienes tienen familiares del otro lado del rio, tanto argentinos en el Uruguay, como a la inversa. No sabemos por qué se mira con un ojo económico, priorizando esta mirada ante lo que para nosotros debiera priorizarse que es la mirada humana.
Es que se ha privilegiado a quienes tienen propiedades en el Uruguay, elemento que no entendemos en que puede ser menos riesgoso para la salud del pueblo uruguayo, el hecho de que se tenga propiedades aquí.
El segundo elemento a cuidar aquí es precisamente la salud del pueblo uruguayo, que mantiene uno de los niveles más altos y exitosos en relación al combate del virus causante de la pandemia.
Si el ingreso de personas provenientes del exterior supone la llegada o diseminación de cepas del virus que no han ingresado o han estado controladas, poniendo en riesgo la salud de los uruguayos, no se entendería porque la habilitación cuando ha habido uruguayos que ni siquiera pudieron concurrir a las exequias de sus familiares en el exterior.
Compartimos la idea de que en algún momento habrá que habilitar este ingreso, que ya lleva un año y medio de clausurado, aunque nunca desconociendo o ignorando los elementos altamente sensibles que se están poniendo en riesgo.
Quienes vivimos en Salto sabemos que si bien los pasos fronterizos han estado cerrados, esto no significa qe no haya habido trasiego, los decomisos de Aduana y los apresamientos de Prefectura, así lo prueban.
Desde luego que entendemos la medida de la apertura. Creemos que en algún momento se tienen que abrir las fronteras, pero no a cualquier precio. La situación de excepción que ha significado la pandemia. Desconocer que este ha sido un periodo excepcional y muy particular, seria ignorar la realidad.
Si las medidas adoptadas han sido las correctas o no, será cuestión siempre criticable y opinable.
Suponemos que estas medidas están tomadas con base científica, como se ha hecho hasta el momento en menor o mayor medida y para nosotros es lo que corresponde aunque tenemos claro que nadie, ni siquiera los países más poderosos salen ileso de esta pandemia.
A.R.D.
