VALORES. Si de valores hablamos, podemos hablar de aquellos que son inmateriales, rayanos con la ética y los principios comunitarios. También podemos hablar de los valores que son materiales, esos que pueden registrarse, como los valores hipotecarios, cuentas corrientes, tráfico de influencias bien recompensadas (y un gran etcétera).
Cuando el periodismo informa de la segunda línea de valores, hay quienes se indignan. Y claro, no es para menos, porque queda al descubierto cuál es el grado de respeto que se tiene por la dimensión de los valores éticos. Porque veamos, cualquier persona debería tener las mismas oportunidades de prosperar en la vida, sobre todo cuando decide hacerlo por el camino más largo, el correcto. Sobre eso no habría inconveniente.
El problema surge cuando se toma el atajo. Pero claro, acá hay dos tipos de atajos, o hacés como Sartori y te casás con la hija de un magnate ruso o te aprovechás de la oportunidad. A ver, lo de Sartori no es un delito. Podrá ser muchas cosas, incluso amor, pero no delito.
Alguien puede enterarse e informar que le han descubierto la trampa, sea desde tarjetas corporativas como por viáticos no rendidos, por el cobro de determinadas boletas que nunca fueron presentadas en el organismo donde se trabaja, por haber sido o ser ministro del gobierno que sea (porque sobre los problemas morales nadie está vacunado, ya quedó claro que ni la izquierda ni la derecha son inmunes a las perversas tentaciones) y usar del cargo para concretar negocios personales, única forma de entender cómo un exministro duplicó mágicamente de un año para el otro su patrimonio.
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INGENUIDAD dicen de aquel que cree que primero Papá Noel y luego los Reyes Magos le visitarán. También lo dicen de aquel que siempre creyó que la política era una vocación de servicio para ayudar a las personas más vulnerables y no para servirse de ella.
Pero, así como los valores van cambiando a tono con los cambios de la sociedad, todo cambia. Así que, o nos resignamos y adaptamos a esos cambios, o nos dedicamos a vivir de la nostalgia, de que todo pasado fue mejor. Y a cómo están las cosas, dudas no caben.
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NOSTALGIA. Mientras escucho “El lado oscuro de la Luna”, octavo disco de la mítica banda británica Pink Floyd (acorde a la temática de las siguientes líneas), observo que en la mañana de hoy se estará brindando una conferencia de prensa anunciando el operativo de tránsito para la Noche de la Nostalgia del 24 de agosto.
Según han comentado todos los consultados en nuestra edición de ayer domingo, la multifiesta que se estará realizando la noche previa a recordar nuestro día de la independencia termina siendo considerada más importante que la salida nocturna del 25 de diciembre y del 1° de enero, nada más y nada menos. Así que será un operativo con la debida magnitud para cuidarnos de nosotros mismos, por lo que debemos dar las gracias a ese personal abnegado a quienes debemos respetar porque estarán ahí para nosotros.
Hasta la semana que viene…
