Desde luego que no es un tema sencillo, pero creemos que se inscribe dentro del país que tenemos. La eliminación de la bonificación del 24 por ciento en el precio de las naftas para las estaciones de servicio que se ubican a una distancia no mayor a los 20 Km de los pasos fronterizos, es una de las medidas más difíciles de tomar para cualquier gobierno.
Se supone que en un país en que todos los ciudadanos debiéramos ser al menos iguales ante la ley, también deberíamos ser considerados iguales en el precio de los servicios tanto el habitante de Artigas, Rivera o de Tacuarembó o Montevideo mismo.
Sin embargo la realidad indica que no es así y no por el IMESI que se cobra diferente, sino porque no se puede ignorar que los habitantes de zonas fronterizas son consumidores en el extranjero, no porque les guste más los productos de lo vecinos, sino porque el precio es mucho menor.
Pero una cosa es el beneficio del precio y otra muy diferente cuando la corrupción y otras yerbas similares hacen posible esta realidad desvirtúan el propósito de estas medidas.
¿No es acaso un tema social que se ha manejado en forma deficiente, posibilitando el enriquecimiento totalmente ilícito de algunos corruptos, en perjuicio de quienes pagan rigurosamente sus impuestos y sus derechos?
Entendámonos bien. Así ha sido con todos los gobiernos, de todos los colores. No se salva nadie. Acaso no existen aduanas en nuestro país y sin embargo ¿no existe un verdadero “centro de compras”, popularmente conocido como “bagashopping”, donde compramos muchos uruguayos?
¿No está prohibida la venta de nafta en el país, debido al peligro que significa venderla sin tener las condiciones adecuadas para ello? Sin embargo ¿no hay cartelería en muchos barrios anunciando la existencia de nafta a veces incluso haciendo la salvedad que es “uruguaya”?
Vale entonces la pregunta: ¿Es válido “cazar adentro del zoológico”, cobrando a rajatablas a todo el que compre nafta, a sabiendas que no puede ir al otro lado? ¿Es bueno hacerlo así y luego pedir “conciencia” y “sensibilidad” con los comerciantes uruguayos que pagan todos sus impuestos aquí?
Honestamente creemos que no. De una buena vez creemos que se trata de acordar un precio justo para todo el mundo. Ni más ni menos. No pedimos privilegios, sino igualdad y honestidad a todos y en todo, para que todos paguemos lo que corresponde y los impuestos beneficien al Estado y no a funcionarios deshonestos y corruptos.
A.R.D.
