Gente que transita con frecuencia por la Ciclovía, sobre todo para realizar ejercicios físicos, nos traslada su queja por el mal estado de la misma. Mucho pastizal y malezas, pero además, importantes roturas del hormigón del piso. En zona cercana al puente de la cañada Doña Jacinta, las roturas son muchas y reflejan cierta dejadez en su mantenimiento.
Lo que sí se ha solucionado allí es la iluminación, nos dicen. Sucede que hace algún tiempo era frecuente el hurto de lámparas, lo que ya no ocurre porque están ahora a una altura difícil de alcanzar.
La avenida Camino del Éxodo, en su tramo de Bella Unión a Apolón cuenta con aproximadamente diez macetones por cuadra en su vereda central. Cada uno de ellos tuvo alguna vez una planta, que ya no existe. La idea sin dudas que fue buena, pero quizás no se tuvo en cuenta su mantenimiento en cuanto a riego y cuidado general.
Si se suma el costo de hormigón, pintura y mano de obra que requirió su fabricación y colocación, lleva a pensar que lamentablemente los salteños hemos pagado por algo que inmediatamente dejó de cumplir su finalidad.
Durante el fin de semana que pasó, se repitieron los episodios de aglomeraciones de gente en la costanera norte, donde tanto el sábado de noche como el domingo de tarde eran varios cientos de personas que allí se juntaron. Los controles de las autoridades parecen no ser suficiente nunca.
