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jueves, 13 de marzo de 2025
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Desde el corazón

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Liliana Castro Automóviles
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/40d6

A pesar de los conflictos mundiales, donde priman los intereses económicos, sobre el bienestar de la humanidad. A pesar de interese políticos y las confrontaciones mediáticas de los dirigentes que a vceces parece ser que la camara, la foto o el micrófono son lo importante, a pesar de la pandemia, presentamos estos testimonios, donde las acciones que salen del corazón son posibles.

Alma Mía, el salón de estética que enseña la profesión y brinda trabajo a personas con Síndrome de Down

«No me pongo a pensar si es difícil o no…ellos pueden hacerlo», dice Alison Moraes

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Marcha por la Vida - Viernes 28 de marzo, 19:15hs

«Nosotros estamos trabajando con chicos que tienen Síndrome de Down, pero le hemos sacado ese nombre y le pusimos Síndrome de la Alegría, porque son personas muy entusiastas a la hora de trabajar y de hacer cualquier actividad; siempre están dispuestos y abiertos a brindarse de lleno, porque cuando ellos hacen algo, lo hacen siempre de corazón». Con estas palabras, Alison Moraes, propietaria del salón de estética «Alma Mía», comenzaba a dialogar con EL PUEBLO sobre lo que significa incluir en el trabajo a personas con Síndrome de Down, tanto para su formación como para luego desempeñarse en el oficio. Así proseguía el diálogo:

-Hablemos primero de lo que es Alma Mía…
Tenemos dos salones; Alma Mía ya hace más de diez años que existe, empezamos en calle Viera 140 y el año pasado instalamos otro salón en calle Treinta y Tres, donde también se hacen otros servicios. En el de Viera está la parte de peluquería y se dan talleres de extensiones de pestañas, cosmetología, lifting. En Treinta y Tres 79, se da la parte de manicuria, maquillaje y los cursos de masoterapia a cargo de mi madre, Anahir.


-¿Cómo surge esto de incorporar personas con capacidades diferentes?
Comencé a dar cursos primero en la Asociación Down, luego decidí seguir con los cursos pero aparte, actualmente no pertenezco a la Asociación. Pero me seguí dedicando a dar clases a chicos con capacidades diferentes. Han pasado por nosotros Paulina, Víctor, Cecilia. Y Alejandra y Florencia son ahora quienes trabajan con nosotros. En realidad yo me empecé a dedicar al trabajo con estos chicos hace ya unos cinco años. Todo comenzó porque tengo mi hermano más pequeño, Daniel, que tiene el Síndrome de Down, y él de vez en cuando hace alguna actividad acá en el salón, aunque él lo hace más como diversión que como profesión, porque le gustan también otras actividades. Florencia y Alejandra están trabajando con nosotros en el salón de calle Viera. Ale también viene a veces a hacer actividades en Treinta y Tres, con manicuria y algo de maquillaje.


-¿Qué comenta el público atendido por ellas?
Las personas atendidas por ellas se han quedado muy contentas por el desempeño que tienen en el salón. Ale por ejemplo es muy divertida, siempre está cantando o haciendo algún chiste, es muy alegre. Entonces a las clientas siempre les levanta el ánimo, porque es una chica que está todo el tiempo bromeando, conversando, cantando, es muy simpática, y las personas quedan muy conformes. Florencia es un poco más tranquila, tiene un poco más de interacción con la gente porque le gustan mucho las redes sociales, le gusta mucho estar sacándose fotos para su Facebook, maneja muy bien las redes sociales. Cuando está haciendo sus actividades siempre nos pide que le saquemos alguna foto. Es muy coqueta también, siempre quiere estar muy bien arreglada, le gusta estar bien presentada ante el público. A Ale en cambio no le gusta estar muy maquillada… Son distintas. Incluso Florencia siempre nos dice que le encantaría ser modelo, y en algunas actividades que hemos hecho participó como modelo para maquillaje y la verdad, espectacular.


-¿Y ellas cómo se sienten?
Les encanta lo que hacen. Cuando empezamos con Ale la mamá me planteó que ella estaba muy contenta que yo le había dado esta oportunidad y que me agradecía por verla trabajar así, y además estar siendo remunerada por su trabajo. Por ejemplo a veces alguna clienta le dejaba alguna propina y ella se ponía feliz. Eso las incentiva mucho más todavía. ¡Imaginate las caritas de ellas recibiendo su dinero por las actividades que hacen! Yo siento también que ellas se sienten muy útiles en la labor. Acá en Salto aún los salones no les están dando la oportunidad. También me he enterado de salones que tomaron chicos que estuvieron estudiando conmigo, pero los pusieron como hobbie y no les estaban pagando; en el momento que me enteré salté enojada porque me pareció algo muy injusto, ya que acá los habíamos preparado para que salieran al ámbito laboral y que tuvieran su dinero por sus trabajos. Así que me gustaría que los salones les dieran la oportunidad a chicos con capacidades diferentes. Es verdad que la dueña del salón tiene que tener una empatía bastante desarrollada… no es para cualquiera.


-¿Es difícil?
No me pongo a pensar si es difícil o no; yo pienso que ellos pueden hacerlo, ese es mi pensamiento desde un principio. Mi trabajo con chicos con capacidades diferentes me amplió la mente y empecé a ver que todo está en la creencia de la persona, si vos creés que el otro puede le vas a transmitir que puede, tanto a nivel neuronal como a nivel energético. Yo trabajo todo eso con ellas también, lo energético, lo emocional. Y lo que más me expandió la mente fue cuando fui a un evento en España, me hizo ver cosas que son posibles pero cuando realmente las creés. Aprendí cosas que aquí en Uruguay no se estaban aplicando y me ayudó a ampliarme a la hora de enseñar. Aprendí cómo manejar lo neuronal, cómo estimular y generar energías; eso te permite ayudar al alumno de forma distinta, para que ellos puedan hacer las cosas como cualquier otra persona. Yo tengo mi mentor, el español Lain García Calvo, que fue quien me ayudó a evolucionar en todo sentido, y un libro suyo que me ayudó muchísimo es «La voz de tu alma». Eso me ayudó mucho para los resultados que hoy tengo.


-¿Perjudicó este trabajo la pandemia?
Nosotros creemos que el temor estanca todo, entonces no nos enfocamos en el miedo, paramos muy poquito y seguimos trabajando, obviamente con todas las medidas de precaución. Las actividades en Alma Mía siguieron con los cursos, talleres y atención al público. Las vacunas también nos llegaron a tiempo y pudimos seguir, siempre manejándonos con el «yo puedo», «yo lo puedo hacer», ese ese el impulso que tienen ellas. Ese es también el secreto de que siempre estén felices realizando su trabajo…


-La motivación…
Exacto, a ellos jamás los vas a ver tristes, siempre están trabajando alegres. A veces uno entra a un lugar y ve gente trabajando triste, como si no estuviera contenta con lo que hace, estas chiquilinas son todo lo contrario, siempre motivadas. Y motivan a las clientas, les dicen: «qué hermoso que te quedó», o «vas a quedar preciosa», o «vas a salir a la calle y te vas a conseguir un novio», o «en tu casa no te van a conocer». Víctor por ejemplo siempre le decía a la clienta: «estás preciosa». Insisto en la importancia del «yo puedo» para lograr los resultados.

«¿No vamos a poder destinar unos días, o algunas horas de nuestro día para cambiarle la vida?», dice su amiga Florencia Tafernaberry

BoxCeci es una iniciativa de elaboración y venta de diferentes productos, creada con el solo objetivo de colaborar con Cecilia García. ¿Quién es Cecilia García? Es una joven maestra y «payaso medicinal», que tiene 26 años y hace 10 que lucha contra un tumor maligno, un «condrosarcoma», en su columna. Se lo diagnosticaron a los 16 años y de un día para otro se levantó sin poder caminar, ya que el tumor se había alojado en su médula espinal. Se va realizando hasta el momento seis operaciones de alto riesgo de vida en Uruguay, la última sin éxito, y hoy continúa luchando. EL PUEBLO conversó con Florencia Tafernaberry Galvalisi, amiga de Cecilia, quien explicó la situación y las campañas que se vienen realizando para colaborar con ella.

-¿Cuál es la situación de Cecilia ahora?
Le han sacado parte de las vértebras y de las costillas, y el dolor es cada vez peor. Se tiene que realizar una séptima operación en Chile para tener calidad de vida, dejar de vivir con dolor y poder volver a ser una persona normal. Es una persona que tiene una valentía, fuerza y un corazón enorme, que ya no tiene los medios económicos para seguir saliendo adelante. Por eso, hoy nos pide ayuda. En un principio necesitaba 50 mil dólares para poder irse a Chile y realizarse la intervención. Con la ayuda de muchos uruguayos logró llegar a que le faltaran 22 mil dólares, pero su cuenta cada vez se movía menos y ella veía más lejana su meta.

-¿Tu participación cuál es?
«¿Qué puedo hacer yo para ayudarla? Hoy yo estoy sana y puedo hacer algo por ella», me dije. Y así surgió el BoxCeci, un box con pinitos y alfajores. Si yo puedo cocinar, vender lo que hago y donar el 100% de las ganancias y costos, multiplicaría lo que yo sola, por mí misma, podía llegar a depositar en su cuenta. Y así, gracias al boca a boca y a la tremenda difusión que permiten las redes sociales, hoy somos más de 50 emprendedores de varios departamentos que nos unimos, donando nuestro tiempo y algunos recursos, para que Cecilia pueda operarse. Esto se da también por la tremenda solidaridad y empatía de la gente, que no solo compra los diferentes BoxCeci que hoy existen, sino que te tocan timbre con algún kilo de harina, dulce de leche, manteca o lo que necesitamos para poder multiplicar los pedidos y seguir sumando personas. También muchas empresas que nos han donado, desde productos para cocinar, como elementos para hacer tremendas rifas, sorteos y demás. Empezó por la cocina, pero hoy existe un BoxCeci de todo un poco. El objetivo es siempre el mismo: intentar donar el 100% de las ganancias y costos. Cada uno poniendo lo que puede desde su lado: tiempo, manos, ingredientes, productos para rifas, dinero o difundiendo la campaña.

-Decías que se sumó gente de varios departamentos, ¿cómo es eso?
Hasta este momento existen BoxCeci hechos por diferentes personas en Artigas, Salto, Tacuarembó, Paysandú, Montevideo y Canelones. Y esperamos seguir sumando. Para poder multiplicar esto necesitamos también de proveedores o personas que den una mano donando ingredientes: azúcar, chocolate, dulce de leche, maicena, harina y demás, en cada uno de estos departamentos. De esta manera, se puede vender cada box a un precio, amortiguar los costos y que sea el 100% destinado a Cecilia. Entre todos se ha podido llegar hasta acá y no queremos parar hasta la meta. Pero necesitamos de la ayuda de todos, esto es un trabajo en equipo.

-Por ejemplo, ¿cuánto han recaudado en determinado tiempo?
En una semana, y a pulmón, ya vamos más de 10 mil dólares, y no paramos hasta llegar al objetivo. Hoy para colaborar podés comprar alfajores, pinitos, brownies, chocolates, bombones, cookies, picadas, tapabocas, juguetes, celulares, rifas con tremendos premios donados por muchas empresas, y más.
-Uno se imagina también que el tiempo apremia…
Claro, acá hay un tema importante y clave que es el tiempo. Cecilia está cada vez peor por la cantidad de medicamentos súper fuertes que toma para el dolor, y sus órganos cada vez funcionan menos. ¿Cuál es el límite de tiempo?… la salud de Cecilia. Por eso hoy invitamos a todos a que se sumen comprando BoxCeci, sumándose con su tiempo para producir algo, donando algo para hacer rifas, donando lo que puedan a las cuentas de Cecilia, o también compartiendo esta campaña de recaudación. Si ella pudo sola con todo esto durante 10 años, ¿no vamos a poder nosotros juntos destinar uno, dos, tres días, o algunos minutos y horas de nuestro día, para cambiarle la vida?

-¿Cómo puede hacer la gente que quiera colaborar?
Pueden ver todos los emprendimientos que se unieron a esta movida y seguir la campaña en Instagram en @lacocina.deflo. Las cuentas de Ceci son las siguientes: transferencia dentro de Santander Cuenta: 1201271890 (Si no te deja con esa, hay que agrega dos ceros (00) antes: 001201271890), Moneda: UYU, Sucursal: 84 – Biarritz, a nombre de Cecilia García. Transferencia desde otros bancos Cuenta: 0084001201271890, Moneda: UYU. Cuenta dólares Scotiabank Cuenta: 001-2544996700, Caja de ahorro: José García.

«Cuando uno llama a la solidaridad, Salto está presente»

Gustavo «Varilla» San Andrea, Comisión de Apoyo al HRS

La Comisión de Apoyo al Hospital Regional Salto (CAHRS) quedó constituido en enero de este año y es presidida por la Dra. Selva Tafernaberry, quien es acompañada por Gustavo «Varilla» San Andrea (Secretario), Miguel Malatesta (Tesorero), Dr. Néstor Campos, Dr. Miguel Villar, Dr. Carlos Rattín, Lic. Lucía Minutti, Gerardo Ponce de León, Fausto Bentancur, María Elena Pereira, Alberto Juan Crescionini, Esc. José María Molteni, Pelayo Díaz Muguerza, Dr. Yoel Rojas y Nelson Méndez. Desde entonces viene realizando una intensa labor donde además de realizar tareas de apoyo al Hospital Regional Salto (HRS), se han puesto como principal labor colaborar en el Hogar del Adulto Mayor dependiente de ASSE.

En ese sentido, ha tramitado y conseguido donaciones de sillas de ruedas, sillas higiénicas, andadores, muletas, sillas reposeras, juegos de patio, lentes de distintas graduaciones, ropa de invierno, camas articuladas de última tecnología, termómetros, ecógrafo de última generación, cardiodesfribilador, fibrobroncoscopio, saturómetro, lokers, dinero para la reparación del techo del Hogar, y un enorme etcétera.

Pero además, y lo que llamó la atención a EL PUEBLO para elaborar este informe, también surgen donaciones de pastas (ravioles, ñoquis, el tuco para las pastas), máscaras faciales, regalos varios, postres, show musical para el Día del Abuelo, budines, algo que se viene repitiendo en la mayoría de los casos semana a semana. Para conocer detalles de este espíritu solidario del pueblo de Salto, dialogamos con Gustavo «Varilla» San Andrea.

«Estamos consiguiendo muchas cosas para el Hogar sin descuidar el Hospital –comenzó diciendo ‘Varilla’-, más en estos momentos de pandemia que se necesitan muchas cosas. Gracias a dios muchos comercios se han adherido, o sea, cuando uno llama a la solidaridad, Salto está presente».

«Empresas locales, fundaciones, desde lo más chico a lo más grande. Por ejemplo, los fines de semana tenemos a Pastas Heco y Pastas La Italiana, los voluntarios de la Orden de Malta de Salto, los Leones, los Rotary, El Revoltijo, que siempre están, donan ravioles, ñoquis y pastas de todo tipo. Hay muchos colaboradores, incluso anónimos. A través de todos ellos hemos conseguido muchas sillas de ruedas, que le hacía falta al Hogar, porque actualmente hay 56 residentes, de los que cerca de 20 están totalmente dependientes de tener que atenderlos, dándole de comer, la pastilla, hay que bañarlos, cambiarlos. La verdad que es admirable la gente que trabaja ahí por su buena disposición. A pesar de ser pocos los que están en el Hogar, el personal le pone un empeño y una dedicación impresionante. Entrás al Hogar y no ves a ningún adulto mayor que esté mal atendido».

  • Además de la atención a los residentes del Hogar, definieron trabajar en la recuperación edilicia del Hogar, en ese sentido, ¿han conseguido colaboración de alguna institución o barraca del medio?
  • Estamos en tratativas, pero además, hemos conseguido por medio de la Fundación US-MEM 30 mil dólares para hacer todo el techo nuevo, que vale $ 3 millones y pico. Ya están los planos, está todo aprobado, pero se ha atrasado un poco por trámites burocráticos, pero ya este mes se va a llamar a licitación a las empresas constructoras de Salto. También donó todos los lokers del Hogar por un valor de 13 mil dólares, que a raíz de la humedad del techo que chorreaba agua por las paredes, se echaron a perder todos los placares. Siempre estamos golpeando puertas y gracias a dios, siempre están abiertas.

La gente es muy solidaria. Hay muchos que dan algo que no precisan o hay gente que da porque ve que otros lo precisan más. La gente es increíble. No son todos, pero la mayoría es de la que siempre está llamando para saber qué hace falta, y hay muchos que prefieren mantenerse en el anonimato.

  • ¿Hay alguna cosa particular que en este momento se esté necesitando en el Hogar?
  • Hoy por hoy la prioridad es el techo, lo vamos a empezar a hacer, por lo que se va a precisar el respaldo de barracas o ferreterías. Mientras más consigamos, menos será el gasto que vamos a tener. Ya hemos golpeado muchas puertas de ferreterías y barracas para conseguir material, tanto portland como chapas, varillas, todo eso se necesita y es muy costoso. Lo que se va a hacer es un sobre techo, no se va a tocar nada de lo que está ahora porque hacer un techo nuevo implicaba sacar y trasladar a todos los residentes a otro lado. Por eso, sobre el actual techo, se hará otro techo. Y bueno, estamos abiertos a la solidaridad de los salteños, una bolsita de portland hará mucho por los abuelos.
  • Y con la llegada del frío polar, ¿necesitan ropa, estufas?
  • Alguna estufita puede ser. En el Día de los Abuelos han donado mucha ropa, gorros, bufandas, guantes, siempre están donando ropa. Pañales de adultos mayores es lo que más se necesita, porque es una cuestión de todos los días para quienes están en una situación de total dependencia. En el comedor hay una estufa a leña grande que siempre está prendida. Gracias a dios nuestros abuelos están muy contenidos.

“La tenencia responsable, es tener en cuenta que, uno tiene que hacerse responsable de las mascotas”

Dr. Diego Mesta – Veterinaria GVS

EL PUEBLO dialogó con el Dr. Diego Mesta, de Veterinaria GVS, quien resaltó la importancia de poder colaborar con la sociedad ayudando a otorgarle a animales-mascotas como perros y gatos, un lugar seguro y, al mismo tiempo, procurar la tenencia responsable de los mismos, a través de cuidados necesarios como la castración para evitar una reproducción y propagación inconveniente.

BRINDAMOS UNA AYUDA A LA SOCIEDAD
Nosotros siempre estamos colaborando, porque pensamos que vivimos en un gran país; porque fíjese una cosa, tenemos educación gratuita, tenemos salud gratuita, la Universidad gratuita; vivimos en un país chiquito, y exportamos ganado y granos que tienen un valor impresionante. Por lo tanto, estamos convencidos de que a la suerte o al destino hay que ayudarlos, y Uruguay, si bien hay gente que la pasa mal, afortunadamente la mayoría tienen muchas oportunidades.
Nuestra idea es poder ayudar para devolverle al país las posibilidades que nos ha brindado.
Ayer se acercó un señor de barrio Don Atilio para consultarnos respecto a dos perritos que, aparentemente, estaban con sarna. Los vi ante la posibilidad de que fuera leishmaniasis, con la cual puede confundirse la sarna, ya que aquella da problema de piel, entonces se tiene que hacer un diagnostico diferencial. Llevamos los test para hacerles pero, no fue necesario, porque era una sarna. En este caso, no cobramos la consulta, habiendo asistido a tres perros, convencidos de que es una manera de colaborar, de volcarle, reiteramos, al país, todo lo que nos ha y seguirá dándonos. Porque el vivir en nuestro país da muchas posibilidades que en otros lugares no hay. Por ejemplo, escuchaba los otros días, y pongo un ejemplo común, que una paleta de oveja en la ciudad de San Pablo, en Brasil, cuesta alrededor de unos cincuenta dólares, y acá, prácticamente todos los días comemos carne. En Japón, una chuleta, vale alrededor de unos ochenta dólares. Por lo tanto, pensamos que vivimos en un gran país, y tenemos en todas las ramas gente referente, ya sea en la parte médica, veterinaria, agronomía, contadores, escribanos, gente muy capacitada, y todo eso lo formó la Universidad de la República, por eso, en forma de agradecimiento, de aporte, en la veterinaria, desde siempre, tomamos perros y gatos para regalar, y no lo hacemos con un fin comercial, sino con el fin de sacarle un problema a la gente. En el mes de junio, por ejemplo, regalamos alrededor de 27 mascotas.
Vienen muchos dueños de animales y nos dice: me agarraron la perra; entonces, les decimos, tienen dos opciones, o la castramos, la vaciamos, o esperamos que la perra o la gata tenga cría, cuando tengan un mes me traen todos los cachorros y los regalamos en dos minutos. Y es así. Los sacamos para que la gente los vea, y se regalan en un día. Los otros días, por ejemplo, nos trajeron perros cruza con Border Collie, esos que trabajan con las ovejas en el campo, y sin exagerar, demoraron cuatro horas en irse. También, hace poco nos trajeron una perra encontrada en la calle con una de las patas muy lastimadas, sin carne ni piel, solo se veía el hueso, teniéndole que amputarle la pata, lo cual hicimos, porque era la única solución. La perra se recuperó, le dimos la medicación, y se fue. Y no lo cobramos, tampoco. Por qué; porque creemos que esa es una manera de ayudar a la sociedad. Si todos colaboráramos un poco, habría muchos problemas que no tendríamos.
El tema de la castración, por ejemplo, para evitar la propagación, la reproducción, es importante. Cuando regalamos algún animal, por ejemplo los otros días una gata, a quien la quisiera llevar, realizábamos la castración sin costo. Y la vinieron a buscar. O sea, buscamos el bienestar del animal, que pueda tener un lugar seguro y, al mismo tiempo, que no haya, una reproducción desmedida que conlleva otros problemas.

TENENCIA RESPONSABLE DE ANIMALES
Creemos que es positivo. La tenencia responsable, es tener en cuenta que, uno tiene que hacerse responsable de las mascotas, porque, aparte, hay una legislación al respecto. Uno va, por ejemplo, en la carretera, y se escapa un caballo, un novillo, y tenés un accidente, el responsable es el dueño del caballo o del novillo, lo mismo tiene que pasar con el gato o el perro. Lo que pasa es que la Comisión Nacional Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (COTRYBA) se formó hace muchos años, realizamos el curso, somos operadores de la COTRYBA, y ha estado obsoleta, era una cosa que estaba muy mal manejada, ahora parece que apretaron las clavijas y van a empezar a pedir la cédula de identidad del perro y del gato. Me da la impresión que las cosas se están haciendo mucho mejor ahora. Creemos que se ha tomado más conciencia del tema ahora, que años atrás.

La iniciativa de la Heladera Solidaria surgió en torno
a la Catedral en ocasión de las últimas inundaciones

Padre José García Frosio

El Padre José García Frosio relató para EL PUEBLO, el surgimiento y las diversas alternativas que tuvo la iniciativa de la “Heladera Solidaria”, a través del diálogo que damos a conocer seguidamente.

¿Cuándo surge la iniciativa de la Heladera Solidaria, obra que se impuso con gran aceptación y respaldo de la mayoría de la sociedad?
La verdad que sí y que no pensábamos por otra parte que tuviera tanto apoyo y buen resultado. Es una idea que nace por los días de la inundación, finales del mes de diciembre de 2016, comienzo de enero, donde un grupo de gente vinculado al Colegio Sagrada Familia y a la Parroquia Catedral San Juan Bautista, y otros más, se sensibilizaron y movilizaron ante la situación, y comenzaron, me incluyo, a buscar la forma de acompañar a las familias que estaban específicamente en las carpas. Fue así que armamos unos cuatro o cinco grupos, uno en torno al Ceibal, otro en torno al CeRP y la UTU, otro en barrio La Humedad por Avenida Paraguay, y por último el Ayuí norte que está por Apolón y Atahualpa, trabajando en dichos lugares por varios días, llevando merienda, ropa, artículos de limpieza.

Cuando terminó esa etapa, continuamos acompañando a algunas de las familias que tenían situaciones un poco más complejas en diferentes aspectos, y el grupo se siguió reuniendo, muchos muy motivados y vinculados en torno a la devoción a la Virgen, tanto es así que el grupo original se llamó y se llama “Obra de María”, donde se planteó tener la experiencia de hacer lo que se llama “Heladera Solidaria” o “Heladera Social”, modelo que surgió en la Argentina en la Provincia de Tucumán o Catamarca, donde el dueño de un restaurante vio cómo cuando cerraba el negocio y tiraba la comida que había sobrado, la gente iba a recogerla, por lo cual se sensibilizó ante eso, y decidió colocar una heladera en la vereda del restaurante, y en lugar de tirar la comida, la colocó allí, denominándola “Heladera Social”, donde cada uno iba y tomaba lo que necesitaba, hablamos de la gente en condición de calle.

Entonces, motivados un poco por ese gesto, se propuso por qué no darles cena a las personas en condición de calle; por otra parte, en el Obispado desde hace muchos años se viene trabajando con un grupo de gente, con quienes en algún momento salimos y en otro recibíamos a la gente aquí, dándoles cena, y otros se quedaban a dormir en un lugar acondicionado, personas algunas problemáticas por su condición de alcoholismo, los que no encajaban en ningún otro lugar, llegando a tener a seis huéspedes, lo cual desde el año pasado por distintos factores no se pudo hacer lamentablemente.

¿Costó la implementación de esa segunda etapa?
Comenzamos alrededor de un 23 de mayo, donde cada uno traía comida que sobraba en sus hogares, y se la colocaba en la heladera envuelta y seleccionada, pronta para repartirla a aquellas personas en situación de calle; por supuesto, los primeros días tuvimos que salir a ofrecer la comida en las calles, en las plazas o en otros lugares, pero a las pocas semanas, comenzó a difundirse por medio de esa propia gente lo que estábamos haciendo, y comenzaron a venir; más pronto de lo previsto nos empezamos a llenar de comensales; al principio fueron 30, 60, 100, 150, y así sucesivamente, llegando algunos días a otorgar 250 viandas.

Claro, en algún momento nos preguntamos cómo hicimos para llegar a esa cantidad a diario, y la respuesta fue que al conformarse grupos de trabajo, ya no se trató de traer lo que sobraba en casa, sino que nos pusimos a cocinar, donde algunos ponían los ingredientes, otros cocinaban, otros conseguían los ingredientes que faltaban y que eran donados por muchísimos comercios del medio que no nombro para no olvidarme de ninguno, inclusive la Intendencia en algún momento colaboró también, chacreros que trajeron sus productos, personas que compraban litros de leche y los traían, entonces, de una manera o de otra, siempre se pudo brindar una u otra comida, gracias a la solidaridad que mencioné.

¿En algún momento se vieron desbordados?
Solamente un día nos faltaron 5 o 6 viandas, a las pocas semanas de haber comenzado, donde el desborde fue imprevisto; en total llegamos a fichar a 400 personas y un poco más, por lo que tuvimos la necesidad de hacer una ficha de cada persona o cada familia que concurría, lo que no significa que vinieron todos los días, algunos por ejemplo lo hacían de paso, otros durante dos o tres días, como también los atendidos permanentemente, más que nada familias enteras, provenientes de asentamientos; la verdad que nos enfrentamos a distintas y múltiples realidades. En estos tiempos de pandemia el ayudar de la manera que lo veníamos haciendo es fundamental.

¿Se continuará con la actividad en el futuro, o fue específica para la circunstancia mencionada?
Ahora, el gran desafío que tenemos por delante, es continuar trabajando con algunas familias, unas que ya conocíamos, otras que son nuevas, haciendo un acompañamiento más personal, entorno básicamente a lo asistencial, pues detrás de la necesidad de comida surge la de atención médica, de medicamentos, de chapas, de puertas, de camas, de ollas, de ventanas, o sea, un sin fin de necesidades y carencias varias, con las que también es importantes poder colaborar, y que lamentablemente no entran en muchos casos dentro de las estructuras y programas del Estado, y no es una crítica sino la realidad, que necesita de un plus de generosidad.

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