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La «introducción» de la caña de azúcar en Bella Unión

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Así como el asunceño Hernando Arias de Saavedra, más conocido por «Hernandarias» introdujo la ganadería en el Uruguay, en Bella Unión alguien introdujo la caña de azúcar. El paraguayo trajo la mayor riqueza al país, el ganado vacuno. A nuestra jurisdicción la caña de azúcar no llegó por arte de magia, sino que hubo alguien que tras realizar determinado estudio de estas tierras y clima, concluyó que la planta podría plantarse sin mayores inconvenientes en la zona. Es así que desde hace casi 80 años se planta caña de azúcar en la jurisdicción de Bella Unión. Pero, ¿y quién «introdujo» el sacarígeno en la zona? No otro que el Ingeniero Agrónomo Alfredo Mones Quintela. Esta corresponsalía ante nuevos conflictos que se han desatado en la zona, quiere recordar quién fue Mones Quintela. Lo que nunca se imaginó es que zafra tras zafra, desde hace décadas, los conflictos son moneda corriente.
ING. AGR. ALFREDO MONES QUINTELA
Nació el 23 de enero de 1910 en Montevideo. Fue el tercer hijo de Pablo Mones y de María Teresa Quintela. A los 9 años de edad perdió a su padre. El 24 de diciembre de 1931 contrajo matrimonio con Silvia Morelli. Era estudiante de Agronomía y trabajaba en un tambo de su familia en la localidad de Suárez, departamento de Canelones. Tras recibirse de ingeniero, en 1936 se vino al norte del país. Vino a trabajar en la Estancia » Buena Vista «, ubicada en la jurisdicción de Tranqueras, departamento de Rivera. Comenzó a realizar todo tipo de ensayos, buscando la mayor producción de la tierra. Entre sustantos ensayos, uno de ellos fue la caña de azúcar. Por aquellos años, existía RAUSA, una fabrica de azúcar, la cual se extraía de la remolacha. Por entonces el gobierno a través de un decreto, estableció que podían importar azúcar solo quienes la producían, lo que indudablemente creaba un monopolio a su favor. Félix y Luis O. de Taranco, eran propietarios de un enorme almacén, pero dado el decreto, quedaron sin derecho a importar, por lo que Félix, a quién apodaban «Tito», viajó a Rivera. Una vez en ese departamento, le propuso al ingeniero Alfredo Mones, conformar una sociedad y crear una fábrica. A Mones las tierras de aquel departamento no lo convencían para plantar caña de azúcar, por lo que decide recorrer el norte en búsqueda de tierras más aptas. Es asi que llega a Bella Unión, comenzando a recorrer sus campos. Más allá de la tierra apta de esta zona, había también buena disponibilidad de agua, al estar rodeada por dos ríos. Montando un equino y con una pala a cuestas, comenzó a realizar análisis de la tierra. Era 1941, cuando se establece en la zona de la desembocadura del arroyo Ñaquiña, la fábrica denominada Compañía Azucarera Artigas Sociedad Anónima, cuya sigla era CAASA. La fábrica, de segunda mano, fue adquirida en la Provincia argentina de Tucumán. Con Mones vinieron allegados colaboradores como Nikita Pinczak, Geróncio Quintana y Ernesto Amorós. Años más tarde, 1948, se estableció en la zona otra fábrica azucarera. Se trataba de la Compañía Agrícola Industrial del Norte Sociedad Anónima, sigla CAINSA, la cual era propiedad de una firma americana. Pequeños productores de la zona comenzaron a plantar caña y enviar a los dos ingenios. Surgen desavenencias empresariales entre Mones Quintela y Félix Taranco, decidiendo este último cerrar el ingenio CAASA, siendo despedido el personal. A impulsos de Mones Quintela, se procede a crear la Cooperativa de Cañeros Santa Rosa. Contando con apoyo del Instituto de Colonización y del Banco Hipotecario, se compran tierras y se alquila la fábrica que había cerrado. Vinieron años realmente duros. Aumentaron los productores independientes. Eran años donde también la hortícultura ocupaba buena parte de las tierras daba mano de obra. Todo aquel movimiento de trabajo llevó a la organización del Movimiento «Bella Unión en Marcha». Se realizó una exposición por rubros de producciones, hubo desfile de maquinaria agrícola. Pero como todo en la vida. Siempre hay de los otros momentos. Taranco decide no seguir alquilando más la fabrica, ya que tenía aspiraciones de venderla como chatarra. Esto llevo a que durante una zafra, toda la producción de caña de azúcar fuera derivada a la planta de El Espinillar, resultando sumamente costoso para todos los actores de la producción. En 1959 la Cooperativa de Cañeros le compró la fabrica a Taranco y así nace la Cooperativa Agropecuaria Limitada de Producción e Industrialización de Caña de Azúcar CALPICA. Mones Quintela aspiraba a contar con un ingenio mayor, el cual procesara toda la cosecha de caña que se producía en Bella Unión. Esto lo llevó a consultar al Contador Enrique Iglesias, a los efectos de poder formular un proyecto. El proyecto se concretó y fue presentado al CIES, que impulsaba el presidente norteamericano Kennedy, en Punta del Este en 1961. El proyecto no camino al carecer de recursos propios. Ante idas y venidas, se logra que el gobierno de a conocer un decreto, declarando de interés nacional el autoabastecimiento de azúcar, realizando un llamado a aspirantes y las condiciones a cumplir. Esto derivó en la creación en la zona del movimiento «El Norte Uruguayo en Marcha». El movimiento alentaba no solo contar con un gran ingenio, sino acompañar con la electrificación rural. Entre 17 aspirantes, el proyecto el Norte Uruguayo en Marcha fue aprobado. Se sale en búsqueda de financiamiento. Se procede a crear la cooperativa CALNU. Se logra la garantía solidaria de todo el norte a través de productores, obreros, comercio y estancieros. Da inicio la construcción de la moderna fábrica, de patente francesa, así como las estructuras y las obras civiles complementarias. Todo iba viento en popa hasta que la fatalidad golpea duro en la zona. Era la madrugada del 25 de febrero de 1969. En Ruta 3 un siniestro. El trágico hecho se llevó tres vidas. La del Ingeniero Alfredo Mones Quintela, que tenía 59 años de edad, la de su más cercano colaborador y hombre de confianza, Lirio Moraes que tenía 52 años y la de Guillermo Mones, hijo de Alfredo, que tan solo contaba con 17 años de edad. Para Bella Unión fue un impacto de real magnitud. Los días y meses fueron pasando, y es así que en 1970 la historia señala que en CALNÚ se realizaba la primera molienda. Desde 2006, la historia continúa de la mano del ingenio sucroalcoholero ALUR.

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