Finalmente la Justicia tomó postura sobre las denuncias que durante el gobierno de Germán Coutinho se realizó contra el gobierno de Ramón Fonticiella en el área de Turismo y sobre la compra de una chacra donde se habría involucrado al entonces Intendente Carlos Gabrielli con un familiar, tomándose la decisión de archivar ambas denuncias. Sobre el particular, EL PUEBLO dialogó con el exintendente Fonticiella sobre la resolución a la que llegó la Justicia, exonerando a su gobierno de toda responsabilidad.

- Luego de muchos años, retomamos el tema de la compra de una chacra por parte de la Intendencia donde se denunció a la Justicia un supuesto interés familiar. La Justicia tomó una decisión sobre la denuncia realizada.
- Se terminó lo que hasta este fallo era el relato oficial de esta, entre comillas, denuncia del gobierno multipartidario, porque recuerdo que uno de los elementos importante del intendente Coutinho era decir que no era un gobierno colorado, sino que era multipartidario porque también lo integraba el hoy líder del Partido Nacional y presidente de la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande, el blanco doctor (Carlos) Albisu, que era uno de sus directores. Lo digo porque no hay que ser injusto, no hay que quedarse con méritos que son de todos y otorgárselo solo a uno. Acá la versión oficial era que unos días antes de que asumiera Coutinho, el intendente Gabrielli y el después intendente Vázquez, habían movido las cosas para comprarle una chacra a un pariente de Gabrielli. A tal punto llegó esa infamia, que debí como persona nada más, porque no tenía ningún cargo en esa época, pedirle a la Junta Departamental que me citara a declarar porque yo me hacía responsable total y absolutamente de toda la operación de la compra.
Es una mentira fenomenal desde el punto de vista ético, aunque desde los papeles parezca que es cierto, que quien compró la chacra fue Gabrielli y Vázquez. No es así, la chacra la compré yo, Ramón Fonticiella, en uso de mis obligaciones de intendente. ¿Y por qué la compré? Y aquí está el quid de la cuestión, había casi un millón de Euros de la Unión Europea destinados a la Intendencia de Salto por un proyecto en el que trabajó muchísima gente, que tenía como objetivo dignificar la producción de quienes juntaban residuos en el Vertedero Municipal, así como de organizar y darle trabajo y vida digna a quienes hacían ladrillos en ubicaciones adentro de la ciudad, violando la ley y además en condiciones infrahumanas, pisando el barro con sus pies y con los cascos de los caballos. Y además, parte de ese dinero debía ir a comunidades rurales para desarrollar actividades productivas a través de un Banco de Iniciativas Locales. Esa es la verdad. Y si con la famosa chacra, viene el momento de concretarse su compra cuando se hace el cambio de gobierno, no es porque la haya ido a comprar Gabrielli ni porque la haya ido a comprar yo en ese momento, fue que, por razones de carácter legal, el momento de hacer la escrituración era ese, no había otro. Y además, hay otra cosa, había que hacerlo, porque el señor Coutinho ya había anunciado antes de las elecciones que si él ganaba, no habría realojo de ladrilleros. Y ahí los tienen a los ladrilleros, pisando barro en cualquier lugar, llenando de humo a los barrios con gomas de camiones para tener fuego.
Lo nuestro era un acto que la Unión Europea consideró de fenomenal calidad, por eso puso la plata. Esto no fue un invento de nadie. Lo que sí fue un invento fue tratar de ensuciar el final para tirar el proyecto por el suelo, y lo lograron. Pero, ¿qué lograron? Que se frenara el proyecto, con chacra o sin chacra lo iban a frenar igual, porque no querían que los ladrilleros se trasladaran, porque Coutinho les había dado a algunos la palabra de que no los iban a sacar de adentro de la ciudad, total, si los que se enfermaban de los pulmones con el humo del ladrillo y de las gomas no era él. En consecuencia, la compra de la chacra fue la culminación de una tarea de por lo menos dos años, y le cargan a Gabrielli porque tenía la casualidad de que el que vendía la chacra tenía su mismo apellido, porque fue el único que se presentó después de muchos meses buscando y buscando, con aperturas públicas de llamado a licitación, con todos los diarios que publicaron nuestros avisos pidiendo una chacra, y se da que una persona de la zona de Nueva Hespérides quiere venirse a su vejez a la ciudad y vende su chacra, y yo fui a comprarla. Es así como se desarrolló la cosa. ¿Que después tuve que renunciar para dedicarme a la campaña electoral? Ah sí, no podía violar la Constitución si quería ser candidato a intendente. Había que seguir con esos proyectos, la prueba está, perdimos la elección y a la miércoles todo.
¿Dónde está la plata del Banco de Iniciativas Locales que era para dinamizar las comunidades del interior, no con limosnas, con la instalación de proyectos productivos? ¿Dónde está esa plata? No digo que alguien se la robó, pero digo que la tiraron en cosas que no tienen razón de ser, y había que tapar todo eso con una buena denuncia que, aunque ensuciara familias y personas, e incluso el pobre señor Gabrielli que vendió la chacra se murió con la tristeza de no saber en qué iba a quedar esto. Realmente
«Más que felicidad siento una amargura profunda porque haya cosas de la política que
se diluciden de una manera que no respeta personas, conciencias ni formas de pensar»
más que felicidad en este momento lo que siento es una amargura profunda porque haya cosas de la política que se diluciden de esta manera, de una manera que no respeta personas, no respeta conciencias y no respeta formas de pensar. Estoy con lo de Rodó en la despedida de Gorgias, «por quien me venza con honor en vosotros», pero no con quien trate de vencerme con manganetas. Tiene vida corta esas cosas.
- Concretamente, ¿cuál fue la decisión que adoptó la Justicia sobre esta causa?
- Lo que definió la Justicia, según me ha comentado el doctor Federico Piedrabuena, que brillantemente manejó la representación de varios de nosotros, de Heber Vázquez, de Sergio Arizcorreta y mía ante la Justicia, desestimó, archivó sin perjuicio esta denuncia, quiere decir que si algún día alguien trae pruebas de que acá hubo algo ilegal, se va a reabrir. Pero acá no hubo nada ilegal, ni Gabrielli le compró la chacra a su pariente porque el que la compró fui yo, y eso consta en las actas de la Junta Departamental, que igual hizo la denuncia, ni que Heber Vázquez asumió la Intendencia de Salto de forma ilegal para firmar la escritura porque obviamente Gabrielli no la podía firmar por ser familiar de quien vendió la chacra, que ese es otro de los temas que fue duramente criticado. Todo fue de una transparencia casi infantil, pero solo mentes que tienen como objetivo sojuzgar a la población, pueden ir a procurar distraer a los demás inventando cosas que no son reales.
Eso es lo que me duele, porque acá hay una persona que se murió sin saber que su operación había sido como él la concebía, limpia. Acá hubo familias que pasamos muy tristes soportando lo que en muchos medios se decía con mucha liviandad y dureza que había habido un acomodo y que se había violado la ley. Eso no fue así, ha quedado ahora absolutamente claro. Le quiero mandar un abrazo muy fuerte a las personas que más sufrieron con esto, Carlos Gabrielli, infamemente enjuiciado, Heber Vázquez, un trabajador de toda la vida, líder sindical que ocupó la Intendencia con todos los méritos, y lamentablemente la memoria del señor Gabrielli que nos vendió la chacra y creo que lo vi dos veces en mi vida, y también la Contadora (Soledad) Marazzano, que fue duramente enjuiciada en esto, ni qué hablar de Sergio Arizcorreta, el secretario de la Intendencia en aquel momento, del que se dijo mucha cosa, absolutamente fuera de lugar.
Esto a la gente le tiene que abrir la cabeza, que no tiene que creer todo lo que le dicen, sino que tiene que leer, estudiar, buscar el fin de las cosas, porque es la única manera de que no nos manejen la cabeza quienes quieren aprovecharse de nosotros. No de mí que ya estoy jugando los descuentos, pero de la gente que está para jugar en primera, no se deben dejar manejar tan libremente.
- ¿La Justicia tarda, pero llega?
- No sé, supongo que a veces sí, supongo que a veces no. La justicia humana y la del punto de vista legal seguramente es así, hay otras formas de justicia que son la justicia que impone la ética, que en el fondo es la base de la justicia jurídica, pero que a veces demora un poco más porque no tiene plazos para decidir. No culpo a nadie de quienes fueron impulsores de estas denuncias, la mayoría fue porque es como en el cuentito del burrito y la zanahoria. Al burrito le cuelgan una zanahoria adelante y se supone que el burrito la va a seguir tratando de alcanzar la zanahoria. Y hay en la vida política, en la vida empresarial, en todas las vidas, hay zanahorias que le cuelgan a la gente adelante para algo, y si no tenemos la capacidad para distinguir entre una zanahoria colgada y una base de alimento que realmente nos van a dar, nos queda sumamente difícil transitar la vida. Lo que hay que tener es una gran calma, cosa que no me caracteriza, pero una fuerza fenomenal de intelecto, llámese para los que la tienen fe, llámese para los que no tenemos el gozo de disfrutarla, convicción, en que si hicimos las cosas bien, tenemos que estar tranquilos, aún cuando haya quienes trabajen duramente para demostrar lo contrario. En algunos casos, con buena fe, porque no soy dueño de la verdad. En otros casos, hay gente que quizás no tenga buena fe, porque inventa cosas que no son ciertas.
Fíjese que las dos denuncias penales que el gobierno multipartidario de Coutinho, Albisu y toda esa barra, presentó contra el gobierno del Intendente Fonticiella, la primera denuncia fue por una auditoría hecha en Turismo por el Tribunal de Cuentas de la República, que llevó a un largo juicio que, como no podía ser de otra manera, fue archivado porque no había razón para enjuiciar por conductas que no eran ilegales, pero que igualmente de eso se habló muchísimo.
Después que el juicio quedó aclarado de que se trataba de una denuncia sin fundamento, bueno, nadie en general dijo mucha cosa. Y ahora con esto, está pasando más o menos lo mismo. No importa, yo duermo tranquilo desde siempre.
A veces, como cuando un hijo mío tuvo COVID, tuve sobresaltos, pero no por lo que yo o mis compañeros hayamos hecho en el transcurso del período de gobierno. Sobre eso, no tengo sobresaltos.
PERFIL DE RAMÓN FONTICIELLA
Casado, tiene 3 hijos y 2 nietos. Es del signo de Virgo. De chiquito quería ser aviador. Es hincha de Defensor y de Universitario.
¿Una asignatura pendiente? Muchas. En lo personal, estudiar abogacía.
¿Una comida? Cualquiera con carne, desde un puchero a asado.
¿Un libro? «Montevideanos», de Mario Benedetti.
¿Una película? Zeta.
¿Un hobby? No tengo. Pero vivir al mango estaba bueno. ¿Qué música escucha? De todo, me conmueven Beethoven, Los Beatles, Julio Sosa, Zitarrosa, Los Olimareños, Los Tres Tenores y Cigliola Cincuetti.
¿Qué le gusta de la gente? Verla sonreír con sinceridad.
¿Qué no le gusta de la gente? Verla sufrir, aunque no me quiera.
Por: Leonardo Silva