Para algunos fue una fiesta estupenda. Para otros, pensando en el Covid, fue motivo de preocupación. Hablamos del desfile de candombe que tuvo lugar en la noche del domingo desde Plaza Treinta y Tres hasta el puerto. Aunque no es obligatorio el tapaboca en lugares abiertos, da para pensar esto que nos decía un lector: «Tanta gente sentada en sillas, una pegada a la otra y tanto rato, ¿no ameritaría igual usar barbijo, o tener en cuenta otras cosas como la distancia? Es algo que depende de la conciencia y responsabilidad de cada uno, no importa si es obligación o no; la pandemia aún está».
Vecinos de calle Guaviyú al 1900 pasaron realmente mal el fin de semana. Sucede que aguas cloacales estaban inundando parte de la calle y corrían hacia las casas. Felizmente en la mañana de ayer, una cuadrilla de OSE solucionó el problema.
A media tarde de ayer, la quietud reinaba en la ciudad. Jugaba la selección uruguaya y entonces muchos optaron por estar en su hogar. Entre quienes estaban trabajando, muchos se ingeniaron para mirar el partido en televisores o en los celulares, ya que, por ejemplo la atención al público disminuyó notoriamente a esa hora.
A raíz de un comentario publicado ayer, nos llegó este comentario: la señora que subió la vereda con su auto ya tendría antecedentes por manejar distraída y que le ocurra ese tipo de cosas. Hace poco chocó una columna. ¿Será verdad?
