Nobleza obliga y debemos consignarlo tal cual es. Las declaraciones del Ministro de Defensa, Javier García, es lo más lógico y lo más racional que hemos oído hasta el momento.
Sucede que días atrás García fue entrevistado en Canal 4 y expresó algo que hasta el momento no le habíamos oído decir a nadie, ni de oficialismo ni de oposición. Nadie y menos ningún país está libre del enorme poder de corrupción que tiene el narcotráfico, actividad delictiva que maneja enormes sumas de dinero.
Expresó García que nada se gana tratando de endilgar al bando contrario la culpa del terreno que ha ganado el narcotráfico en el país. Expresó además algo de lo que hemos expresado y por lo que hemos batallado insistentemente desde estas columnas: Nadie está libre del avance del narcotráfico.
Tiempo atrás era impensable que alguien fuera asesinado y descuartizado en el país. Que un día sí y otro también, se producen asesinatos, ajustes de cuentas o no, en un terreno fértil para la actividades del narcotráfico, el que seguimos ignorando y considerando que estamos ”libres” de ciertas actividades delictivas que antes veíamos en los noticieros internacionales y nos espantábamos y ahora nos han llegado.
Hoy sucede acá y prácticamente a diario, y en tanto los ignorantes y lo necios tratan de hacer ver que no son los culpables, que están libres de lo que se considera políticas desacertadas que han fomentado el narcotráfico, aunque sus impulsores las hayan adoptado con el propósito de ponerle un freno, seguiremos haciendo esfuerzos inútiles.
Mientras no se entienda que el narcotráfico es un problema del país, no de nadie en particular y Uruguay no es una isla que este más allá del bien y del mal, los únicos que celebran cada vez que el oficialismo y la oposición se “pelean”, atribuyéndose la responsabilidad del crecimiento de las actividades delictivas en el país, son los “capos” del narcotráfico.
Antes que la corrupción avance, lo único que podemos hacer es fijar una política de Estado y atenernos a ella. De lo contrario sólo es cuestión de tiempo para que veamos aquí los crímenes aberrantes y otros delitos que lamentablemente ya son “normales” en otros países de la región.
Que una autoridad, como el ministro de Defensa, haya entendido que no se trata de buscar responsables, sino de ajustar la lucha para defendernos mejor, es un avance sin duda esperemos que alguien más lo entienda.
A.R.D.
