¿Qué pasó, goleador?

Las luces de alarma se encendieron en la sanidad sobre el cierre del entrenamiento del martes, cuando Matías Arezo no pudo completar los trabajos por una molestia en el muslo de la pierna derecha. El goleador carbonero de 20 años padece una distensión muscular, según los primeros estudios que se le realizaron, que no arrojaron una lesión de gravedad.  Ayer miércoles era sometido a una resonancia magnética para conocer a ciencia cierta el alcance de la lesión, que lo pone en duda para enfrentar a River Plate el sábado y para viajar con la selección uruguaya a Asia el domingo. Si viaja con la Celeste, el ariete de 20 años se perdería la visita a Liverpool por la octava fecha.