Varios vecinos vienen mostrando su malestar por mantenerse durante mucho tiempo determinadas pequeñas obras de refacción de calles en diferentes puntos de la ciudad, que, no sólo dificultan el transito normal, sino que también, es una molestia permanente para quienes se encuentran en las inmediaciones. Pequeñas superficies que, podrían ser rápidamente reparadas o hechas, con un poco de entusiasmo, quizás, de quienes deben realizarlas y, por supuesto, voluntad de los que ordenan dichas actividades.
Sabiéndose que la comuna cuenta con la mano de obra y las herramientas suficientes para ello, el distorsionar el normal desarrollo de la vida cotidiana, es en sí mismo una tomadura de pelo, más cuando -comentado por testigos-, frecuentemente son entre cuatro o cinco personas que se juntan para llevar a cabo lo que se ve que tan solo una efectúa, siendo que, si las restantes también lo hicieran, lo que normalmente lleva semanas, podría dar resultados en apenas días.
No es la primera ni la última vez que seamos testigos o escuchemos sobre hechos parecidos; siempre ha sido una crítica la que son muchos para hacer el trabajo de pocos, y que, por lo general, lo hacen regular o mal. En fin. Teniendo en cuenta la recurrencia de la queja, sería interesante que las autoridades se hicieran eco y establecieran mayores y mejores controles al respecto, ya que, si hay una mala gestión, quines la padecen son los ciudadanos.
