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El profesor Gonzalo Abella es el candidato a la presidencia de la República por el partido de izquierda Asamblea Popular, quien en una reciente visita realizada a nuestra ciudad, dialogó con EL PUEBLO sobre sus raíces salteñas, sus raíces ideológicas de izquierda y sobre las diferencias entre el Frente Amplio y Asamblea Popular, llegando a comparar a Tabaré Vázquez con el ex presidente argentino Carlos Menem.
RAÍCES SALTEÑAS
“Mi abuelo –comenzó diciendo Abella- fue diputado blanco por Salto, García Celgas, pero eso fue en los años 20 antes del golpe de Terra. Mi tío abuelo, Gilberto García Celgas era historiador acá en Salto. Así que por parte de mi madre mis raíces son salteñas y de Concordia”.
LA IZQUIERDA PACTÓ
EN EL CLUB NAVAL
Abella habló de sus orígenes ideológicos que lo llevaron a ser un hombre de izquierda. “De joven alinée con la izquierda, siendo de una familia blanca que me enseñó por sobre todo una gran devoción por (Aparicio) Saravia y por Leandro Gómez, sentí muy profundamente esas raíces, amé el campo a tal punto que mi primera opción de vida fue ser maestro rural”.
“Lógicamente que en tiempos del Che Guevara y Fidel Castro me hice de izquierda. Maestro rural y de izquierda en la dictadura decidieron que yo era de los malos, terminé exiliado, en primer lugar en Argentina, cuando vino el año duro en que mataron a (Zelmar) Michelini y a (Héctor) Gutiérrez Ruíz, por un salvo conducto de Cruz Roja terminé en Cuba donde hice mis estudios de Historia Universal. Después viví en varios países, mi último exilio fue en Brasil. Cuando volví pensé obviamente asomarme a la izquierda, pero la izquierda había hecho el Pacto del Club Naval, entonces me quedé totalmente orejano, me dediqué al frente cultural, trabajé sobre mitos y leyendas del campo y de nuestra raíz charrúa”.
“Cuando colapsa la esperanza de muchos frenteamplistas de izquierda en el gobierno de Tabaré Vázquez –continuó-, se separa el doctor Helios Sarthou y algunos otros del Frente formando las Asambleas Populares, ahí me metí. Y estuve tan entusiasta en eso que el pez por la boca muere. Era independiente, no representaba a ningún grupo, entonces tá, ‘vos mismo serás el candidato’, me dijeron, y acá estoy”.
– ¿Qué significa para usted ser candidato a la presidencia?
– Significa tener el honor de que un puñado de compañeros me eligen como vocero por un año y medio a los efectos de lograr conseguir cargos de diputados en la primera vuelta para que puedan expresarse otras ideas sobre políticas públicas en Uruguay.
– ¿Qué diferencias hay entre el Frente Amplio y Asamblea Popular?
– Le daré un ejemplo práctico. La marcha que hace unos meses se realizó contra la megaminería, sería vestirnos con plumas ajenas decir que nosotros la organizamos, ojalá la hubiéramos podido organizar, ojalá hubiesen sido 11 mil personas con la bandera de Asamblea Popular diciéndole no a la megaminería. Pero no, fueron organizaciones sociales, pequeños productores, muchos de ellos de origen blanco, que algunos de ellos terminarán votándonos y otros no, otros van a votar a (Jorge) Saravia.
Básicamente el FA surge de una coalición de distintos grupos de izquierda que tienen una cosa en común, cambiar el rumbo en el tema de la tierra, recuperar algunas consignas artiguistas, cambiar la educación, hacer un gobierno de participación ciudadana, terminar con la pobreza, gravar duramente al latifundio y expropiar y nacionalizar la banca. Lógicamente que votantes del FA, entre los que me incluí, no aspirábamos a que eso se hiciera de la noche a la mañana, y mucho menos en la década de los 90, porque cuando Cuba nacionalizó todas las empresas tenía una potencia con la cual hacer trueque y no ser bloqueada totalmente. Pero ya no existe la Unión Soviética, así que naturalmente no se esperaban cambios tan radicales como el cubano.
– Y llegó el FA al gobierno, ¿y para usted qué pasó?
– A nuestro juicio cambió totalmente el rumbo con Tabaré Vázquez, puso bandera de remate al país y su forma de gobierno fue la misma que la de (Carlos) Menem, vender todo lo que había, no cuidar la salud de la gente, permitir que nos enchastraran hasta el agua potable, que fumigaran las escuelas rurales desde el aire, no poner freno a la expansión de la soja, lo que terminó contaminando las cuencas, y ahora con la megaminería se harán gigantescos agujeros en el país.
– ¿Cómo catalogan entonces al Frente Amplio en materia ideológica?
– Como la nueva derecha del país, no se trata de una definición antojadiza de nuestra parte, es una definición científica. En última instancia, ¿qué diferencia hay entre la derecha y la izquierda?
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El profesor Gonzalo Abella es el candidato a la presidencia de la República por el partido de izquierda Asamblea Popular, quien en una reciente visita realizada a nuestra ciudad, dialogó con EL PUEBLO sobre sus raíces salteñas, sus raíces ideológicas de izquierda y sobre las diferencias entre el Frente Amplio y Asamblea Popular, llegando a comparar a Tabaré Vázquez con el ex presidente argentino Carlos Menem.
RAÍCES SALTEÑAS
“Mi abuelo –comenzó diciendo Abella- fue diputado blanco por Salto, García Celgas, pero eso fue en los años 20 antes del golpe de Terra. Mi tío abuelo, Gilberto García Celgas era historiador acá en Salto. Así que por parte de mi madre mis raíces son salteñas y de Concordia”.
LA IZQUIERDA PACTÓ
EN EL CLUB NAVAL
Abella habló de sus orígenes ideológicos que lo llevaron a ser un hombre de izquierda. “De joven alinée con la izquierda,
siendo de una familia blanca que me enseñó por sobre todo una gran devoción por (Aparicio) Saravia y por Leandro Gómez, sentí muy profundamente esas raíces, amé el campo a tal punto que mi primera opción de vida fue ser maestro rural”.
“Lógicamente que en tiempos del Che Guevara y Fidel Castro me hice de izquierda. Maestro rural y de izquierda en la dictadura decidieron que yo era de los malos, terminé exiliado, en primer lugar en Argentina, cuando vino el año duro en que mataron a (Zelmar) Michelini y a (Héctor) Gutiérrez Ruíz, por un salvo conducto de Cruz Roja terminé en Cuba donde hice mis estudios de Historia Universal. Después viví en varios países, mi último exilio fue en Brasil. Cuando volví pensé obviamente asomarme a la izquierda, pero la izquierda había hecho el Pacto del Club Naval, entonces me quedé totalmente orejano, me dediqué al frente cultural, trabajé sobre mitos y leyendas del campo y de nuestra raíz charrúa”.
“Cuando colapsa la esperanza de muchos frenteamplistas de izquierda en el gobierno de Tabaré Vázquez –continuó-, se separa el doctor Helios Sarthou y algunos otros del Frente formando las Asambleas Populares, ahí me metí. Y estuve tan entusiasta en eso que el pez por la boca muere. Era independiente, no representaba a ningún grupo, entonces tá, ‘vos mismo serás el candidato’, me dijeron, y acá estoy”.
– ¿Qué significa para usted ser candidato a la presidencia?
– Significa tener el honor de que un puñado de compañeros me eligen como vocero por un año y medio a los efectos de lograr conseguir cargos de diputados en la primera vuelta para que puedan expresarse otras ideas sobre políticas públicas en Uruguay.
– ¿Qué diferencias hay entre el Frente Amplio y Asamblea Popular?
– Le daré un ejemplo práctico. La marcha que hace unos meses se realizó contra la megaminería, sería vestirnos con plumas ajenas decir que nosotros la organizamos, ojalá la hubiéramos podido organizar, ojalá hubiesen sido 11 mil personas con la bandera de Asamblea Popular diciéndole no a la megaminería. Pero no, fueron organizaciones sociales, pequeños productores, muchos de ellos de origen blanco, que algunos de ellos terminarán votándonos y otros no, otros van a votar a (Jorge) Saravia.
Básicamente el FA surge de una coalición de distintos grupos de izquierda que tienen una cosa en común, cambiar el rumbo en el tema de la tierra, recuperar algunas consignas artiguistas, cambiar la educación, hacer un gobierno de participación ciudadana, terminar con la pobreza, gravar duramente al latifundio y expropiar y nacionalizar la banca. Lógicamente que votantes del FA, entre los que me incluí, no aspirábamos a que eso se hiciera de la noche a la mañana, y mucho menos en la década de los 90, porque cuando Cuba nacionalizó todas las empresas tenía una potencia con la cual hacer trueque y no ser bloqueada totalmente. Pero ya no existe la Unión Soviética, así que naturalmente no se esperaban cambios tan radicales como el cubano.
– Y llegó el FA al gobierno, ¿y para usted qué pasó?
– A nuestro juicio cambió totalmente el rumbo con Tabaré Vázquez, puso bandera de remate al país y su forma de gobierno fue la misma que la de (Carlos) Menem, vender todo lo que había, no cuidar la salud de la gente, permitir que nos enchastraran hasta el agua potable, que fumigaran las escuelas rurales desde el aire, no poner freno a la expansión de la soja, lo que terminó contaminando las cuencas, y ahora con la megaminería se harán gigantescos agujeros en el país.
– ¿Cómo catalogan entonces al Frente Amplio en materia ideológica?
– Como la nueva derecha del país, no se trata de una definición antojadiza de nuestra parte, es una definición científica. En última instancia, ¿qué diferencia hay entre la derecha y la izquierda?
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