No es poca la gente que nos hace llegar su malestar ante el hecho de que “nadie haga nada” para evitar que debamos soportar la estridencia de ruidos y sonidos en la vía pública, todo lo que alimenta la “contaminación sonora” que tan dañina es para la salud.
Se trata tanto de las motos que andan con sus escapes libres, pasando por las promociones callejeras a través de vehículos que a través de músicas y slogans dan a conocer ofertas y servicios. “Se debería controlar el volumen” nos manifiestan quienes plantean la inquietud.
El tramo de calle 18 de Julio, entre Rivera y Artigas continúa acentuando su mal estado ya que el adoquinado cada vez se hunde más y resulta un verdadero martirio circular por allí. Pese a que se ha prohibido el tránsito de vehículos pesados y el estacionamiento sobre la vereda Este, el deterioro avanza.
Un aspecto muy mejorado comenzó a presentar la Avenida Amorim (ex Paraguay) en el tramo que va desde el cruce con Blandengues hacia el Oeste. Tras la construcción del cordón cuneta se trabaja en el afirmado que antecede al riego bituminoso.
La informática ha significado una herramienta extraordinaria para la actividad en los más diversos órdenes. Tanto ha crecido la utilización de la computadora que cuando por algún motivo “cae el sistema”, se paraliza la acción en más de una oficina, exponiendo a la gente a sufrir esperas prolongadas.
