Fue jugador de fútbol primero y árbitro después, hasta que se fue sumando a medios de prensa salteños, incluido EL PUEBLO.
Analista de los jueces en más de una ocasión, DEOLINDO MIQUELARENA suele ser al paso del tiempo un generoso colaborador de la sección deportiva del diario, porque además no deja de traslucir su memoria para evocar tiempos idos.
El «Chato» suele rescatar nombres, fechas, circunstancias deportivas, muy especialmente de la década de los 60, 70 y 80, mientras sumará anécdotas cuando fue juez en los Torneos del Litoral, y no era misión accesible la de controlar partidos en Artigas, en Paysandú, en Rio Negro, en Soriano. O se tenía el caudal de la personalidad a mano, o se flaqueaba ante quienes no dejaban de pretender la supremacía, a partir de la condición de local.
El «Chato» y ese ayer.
Al que suele reconquistarlo también, desde el sendero de más de una emoción.
ESE GOLAZO PARA LA HISTORIA
Concreto es que Paysandú en las últimas horas, Deolindo para remitir esta foto, que bien vale la pena compartirla. Es el gol de JOSÉ ALBERTO LEÓN a Paysandú, sucedido un 8 de enero de 1983. Por lo tanto, ayer, a 38 años de esa conquista que se introdujo en la historia por una situación a tener en cuenta.
Salto había transcurrido 29 AÑOS SIN GANAR EN PAYSANDÚ y en esa noche, la notable definición del «Moncho» quebró la malaria. Ahí va el remate del entonces delantero de Salto Uruguay, para meterse sobre la derecha del arco sanducero defendido por GUALBERTO «Ruso» VELISCHO, mientras quien asoma en la escena, no es otro que LUIS ALBERTO «Gringo» CAVANI. Al año siguiente, Velischo se incorporó a Nacional de Montevideo.
ESE MISMO SALTO CAMPEÓN
En ese 1982-1983, la única ocasión en que Salto alcanzó la máxima consagración en esa década, con la Dirección Técnica de Washington Luis «Pata» Izaguirre.
Fue asimismo la última vez que fueron campeones del Litoral entre otros y en calidad de jugadores, Ramón Walter Rivas, Juan Manuel López y Sofildo Piñeiro, quienes fueron sobrevivientes de las selecciones de los últimos años de la década de los 70, bajo control técnico de Raúl Banfi.
De lo que no hay dudas es que ese gol del «Moncho» no fue un gol más. El rescate de Deolindo, a la medida. Una manera de brindar otra vez por aquella mágica resolución.
38 años después. Pero la memoria… no se vacía.
