Fueron 32 días de ANDRÉS MOREIRA, internado a los efectos de la recuperación, después del accidente padecido. Más allá del impacto en aquel siniestro, el paso de los días fue determinante para que la ciencia y la fe se prolongaran en pro del joven futbolista que alistó en Salto Nuevo y Paso del Bote, incluso junto a su hermano Nicolás (captados en la nota gráfica un tiempo atrás).
La buena nueva es que el jueves a la noche, Andrés (el “Chengue” para los amigos), fue dado de alta, sin dejar de ser fiel a los pasos que asentarán su evolución.
En verdad sus familiares nunca dejaron de creer “en la valía de su cuerpo resistente”, para ganarle la pulseada a la adversidad que supuso aquel accidente. Ya en el hogar, redoble de afectos. Sin dudas.
CON LA CAMISETA DE
GLADIADOR SIEMPRE
Ocurrió en el último partido afrontado por Gladiador, en la tercera rueda del Campeonato Salteño, edición 2016. El entonces equipo rojioro orientado por Richard Albernaz, enfrentaba a Ceibal.
En ese juego puntualmente, ÁNGEL DARÍO ESTÉVEZ, el volante por derecha, experimentó rotura de ligamentos cruzados. Teniendo en cuenta la entidad de la lesión, el jugador de Gladiador fue haciendo conciencia que en el año siguiente (este 2017), “el fútbol para mí tenía que pasar de largo”.
Ahora fue el turno de la operación. Todo sobre rieles y a la espera del cumplimiento de las etapas, mientras desde las redes sociales y en forma personal, se sumaron las salutaciones para el volante.
Con un aspecto no menor, desde lo sentimental: Ángel Darío Estévez luciendo la camiseta de Gladiador, tras la intervención quirúrgica a la que fue sometido. Más allá de la condición de jugador, hincha de todas las horas del “Gladia”.
NO HABRÁ DUDAS…
….que tanto Ándres Moreira como Ángel Estévez, marcarán su retorno al fútbol.
Después de todo, son parte de él.
Dos auténticos guerreros para superar trances específicos: el accidente en un caso, en la operación en el otro. Pero aquí están. La intacta vitalidad. Y los cauces emocionales que no faltan.
Después de todo, no solo es el fútbol. Por sobre todo: el valor de la vida misma.
