José Gabriel de los Santos en la final de OFI
En fútbol salteño, la transferencia de culpas es puntual. Cuando los equipos funcionan a media luz y las impotencias se descubren, los árbitros pasan a transformarse en responsables de la secuencia. ¡Al ojo de la tormenta sin más trámite, que de eso se trata!
No hay juez local que se salve de la crítica y ahora que los sacudones en la tabla se producen, las ternas alcanzan un protagonismo casi selecto y prioritario.
El hecho es que aún los de más saliente nivel, igualmente pasan por el cuestionamiento exacerbado y en algunos casos fatalmente injustos o arbitrarios.
¿Se puede juzgar la resolución de un árbitro, cuando ese aficionado, dirigente o cronista deportivo, asiste a 50 metros o más de distancia? Pero además, quiénes son fieles y aptos al reglamento y su interpretación?
En tanto, el Colegio Técnico de la Organización del Fútbol del Interior, concede ahora a una terna salteña, el control del segundo partido final entre Central de San José e Ituzaingó de Maldonado, para dirimir la nueva edición de la Copa de Clubes.
El control será de José Gabriel de los Santos, con Miguel Pereira y Víctor Rodríguez.
Parece una contradicción. Una paradoja al canto. ¿Castigo en el medio y valoración a nivel de OFI? Aquí los tiramos al bombo y allá, los potencia a la cima.
Definitivamente, “los muertos que vos matais, gozan de buena salud”. José Gabriel de los Santos, puede dar fe. A elocuencia vital y plena. Sin maquillajes.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-